Tras haber completado la asignatura de Didáctica, ha llegado el momento de pararse a pensar y reflexionar sobre qué ha supuesto esta asignatura para nuestra formación como maestros.
Vuelvo a tomar como libro de referencia Didáctica General, de Antonio Medina Rivilla y de Francisco Salvador Mata (Colección DIDÁCTICA; editorial Pearson Educación, 2002), y la verdad, la lectura que hago ahora sobre los aspectos del manual no tienen nada que ver con la primera vez que tímidamente abrí el libro.
Vuelvo a tomar como libro de referencia Didáctica General, de Antonio Medina Rivilla y de Francisco Salvador Mata (Colección DIDÁCTICA; editorial Pearson Educación, 2002), y la verdad, la lectura que hago ahora sobre los aspectos del manual no tienen nada que ver con la primera vez que tímidamente abrí el libro.
Para empezar, las nociones que se muestran en el libro sobre pedagogía aplicada, ahora para mí tienen sentido, ya que he comprobado que la didáctica debe tener su aplicación directa en el aula, porque por muchos documentos teóricos con los que contemos, no sabremos el resultado final (si es viable o no) hasta que no lo llevemos a cabo en el aula.
En cuanto al diseño didáctico, el manual hace referencia a objetivos concretos que deben tenerse en cuenta desde el primer momento, para servir de fines educativos durante toda la actividad educativa. Me han quedado claras las partes con las que tiene que contar la unidad didáctica, en concreto. Me he dado cuenta de que realizar una unidad didáctica no se resume a adjuntar una retahíla de partes, sino que todas ellas tienen que tener una continuidad, que sea coherente; además, existen otros aspectos con los que debo contar a la hora de poner en marcha una unidad didáctica que, sinceramente, antes había podido pasar por alto (evaluación inicial; aspectos concretos de la metodología, atendiendo a las características concretas del aula; atención a la diversidad, con ejemplos de metodologías diferentes aplicables al aula, o de cómo solucionar conflictos). Soy consciente de que hay que adaptar el documento didáctico para la globalidad de la clase.
En este manual, se hace referencia a enfoques didácticos para la globalización e interdisciplinaridad, y enfoques didácticos para la individualización y para la socialización. Aquí entra en juego el aula, que dependerá de su naturaleza para que el maestro actúe de una forma o de otra.
En verdad, el manual tiene sentido como guía para elaborar aspectos didácticos aplicables al aula. Sin embargo, a la hora de diseñar programaciones o unidades didácticas hay que tener en cuenta documentos curriculares y educativos de diferente índole, para darle una concreción y sentido a lo que se quiere desarrollar en el aula.
Este manual es acertado también en el capítulo 7, llamado Los medios y recursos en el proceso didáctico, en el que se muestran diferentes medios o recursos didácticos que se pueden aplicar en el aula. Es interesante porque, aparte de apuntar libros de texto y pedagogía, también expone diferentes muestras sobre nuevas tecnologías, que son recursos punteros aplicables en el aula (video, televisión, incorporación de la informática en la educación, internet).
En verdad, el manual tiene sentido como guía para elaborar aspectos didácticos aplicables al aula. Sin embargo, a la hora de diseñar programaciones o unidades didácticas hay que tener en cuenta documentos curriculares y educativos de diferente índole, para darle una concreción y sentido a lo que se quiere desarrollar en el aula.
Este manual es acertado también en el capítulo 7, llamado Los medios y recursos en el proceso didáctico, en el que se muestran diferentes medios o recursos didácticos que se pueden aplicar en el aula. Es interesante porque, aparte de apuntar libros de texto y pedagogía, también expone diferentes muestras sobre nuevas tecnologías, que son recursos punteros aplicables en el aula (video, televisión, incorporación de la informática en la educación, internet).
Para finalizar, puedo decir que este manual (que ahora hojeo sin tanto miedo) ha entrado a formar parte de mis libros “vademécum”. Es un referente esencial para nuestros futuros diseños didácticos de documentos. La verdad es que tengo la sensación de que nunca dejaremos de aprender en el mundo de la programación y unidades didácticas. Espero que sea así.